Desde que empezó la crisis económica y con motivo de sus impactos más negativos como despidos, desahucios, juicios, denuncias o represión de las protestas, el Gobierno ha venido haciendo un abusivo uso partidista de los recursos públicos que el Estado y las Administraciones Públicas tienen para prestar servicios a la ciudadanía y organizar las tareas de su competencia.
Protestas de bomberos ante su actuación en los desahucios.
Pepe Fernández, secretario de Coordinación sectorial de FSC-CCOO
Sindicatos de ámbito sectorial en los cuerpos de seguridad pública, bomberos de diferentes comunidades, asociaciones profesionales de jueces y fiscales, profesionales del Derecho y la Administración de Justicia, han venido señalando que en muchos casos, se ha producido un rigor alejado del sentido común y del equilibrio que deben presidir las actuaciones institucionales o las tareas de los cuerpos y fuerzas de seguridad pública.
La Federación de Servicios a la Ciudadanía (FSC) de CCOO no permanece al margen del dolor de las personas que pierden su empleo, que son desalojadas de sus casas o que son sancionadas por ejercer derechos democráticos, y sigue denunciando y alertando a la población del uso partidista de instrumentos públicos que, en consonancia y respeto hacia su papel institucional y legal, no pueden ser un aparato rigurosísimo para golpear a una parte de la población de forma brutal, especialmente a la gente que está en la peor situación.
La defensa de unos servicios públicos para la población en general, como elementos de cohesión y bienestar, pasan por un uso comedido y equilibrado de los medios que la sociedad ha construido a lo largo de los años democráticos, por lo que no caben actuaciones agresivas contra las personas que luchamos contra la crisis y sus efectos de forma pacífica, haciendo pública expresión del malestar social que nos embarga.
El Gobierno no puede instrumentalizar a policías, bomberos, agentes judiciales y funcionarios de justicia, empleados municipales y otros grupos, para forzar y extralimitar su intervención, haciendo más difícil la vida de las personas en un momento tan delicado y que requiere de diálogo y búsqueda de soluciones.
Mucha gente afiliada a CCOO que trabaja en los cuerpos de seguridad se encuentra en el desempeño de sus tareas profesionales ante la contradicción de apoyar movimientos de respuesta y movilización como ciudadanos y el cumplimiento de las instrucciones jerárquicas que reciben por sus superiores políticos.
La sociedad tiene que conocer que se usa partidariamente a los cuerpos de seguridad públicos por parte del Gobierno y otras Administraciones, como un paso más en el proceso de “conservadurización” social orientado al cambio del modelo de sociedad democrática, abierta y con derechos de las personas y la gente trabajadora.
Desde nuestras secciones sindicales, organizaciones y territorios, hay que continuar con el trabajo que se viene realizando de forma permanente de denuncia de los abusos, estableciendo acuerdos y protocolos con el resto de fuerzas sindicales que permitan desempeños profesionales de acuerdo con la legislación vigente y respetuosa para con la ciudadanía que en situaciones de emergencia social ejercen sus derechos democráticos a la protesta.