4 nov 2014

CCOO denuncia el bajo compromiso de las grandes empresas con el futuro del país

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Ante las conclusiones del informe "España 2018" presentado hoy por el Consejo Empresarial para la Competitividad, CCOO señala que difícilmente se alcanzará el proclamado objetivo de creación de empleos con las políticas empresariales de muchas de estas empresas, que han realizado grandes ajustes de empleo y aportan poco al sostenimiento del Estado y los servicios públicos.


04-11-2014 - CCOO piensa que, como ha declarado el Presidente de Telefónica, es posible alcanzar una tasa de desempleo del 10,4% o incluso inferior en 2018, pero que este objetivo prioritario difícilmente se alcanzará con el bajo compromiso de las grandes corporaciones con la sociedad española y con la política económica de recorte del gasto público y la bajada indiscriminada de impuestos, llevados a cabo por el actual  Gobierno. El escaso compromiso de las empresas que forman parte del Consejo Empresarial para la Competitividad, se constata en la fuerte reducción del empleo que ha realizado alguna de ellas aprovechando la crisis. Telefónica España, por ejemplo, redujo su plantilla un 22% en 2012 echando a 10.000 trabajadores a la calle. 

Las grandes empresas, asimismo, aportan poco al sostenimiento del Estado y los servicios públicos, pues pagan tipos efectivos testimoniales en el Impuesto de Sociedades y son las pequeñas y medianas las que asumen una mayor carga relativa. Sus consejos de administración están trufados de ex presidentes del Gobierno y ex ministros que, después de desempeñar importantes responsabilidades públicas, pasan a defender intereses privados que no coinciden con los del país. 

La privatización y posterior vaciamiento de Endesa es un claro ejemplo del escaso compromiso de las grandes empresas y de los políticos que acaban formando parte de ellas, con el futuro del país. 

A esto se suma la política de debilitamiento del sector público que lleva a cabo el Gobierno del PP, que en su Programa de Estabilidad 2014-2017 aboga por un Estado cada vez más pequeño, a pesar de que su tamaño es reducido cuando se compara con la media europea. 

Un Estado fuerte es el único que puede salvaguardar a trabajadores y consumidores de los abusos de las grandes corporaciones y conseguir, a través de agencias independientes, con recursos y poder sancionador efectivo, que la competencia opere en los mercados oligopolizados donde suelen operar las grandes empresas.
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