El vigilante de seguridad de 32 años que recibió una paliza durante un robo en Marchena (Sevilla) ha fallecido en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde estaba ingresado desde el pasado 25 de noviembre.
Según añaden los compañeros este Vigilante de Seguridad murió este martes y ha agregado que este miércoles será enterrado en Camas (Sevilla), su localidad natal.El vigilante J.A.J.C., de 32 años, estaba trabajando de madrugada en la planta fotovoltaica de Marchena (Sevilla) cuando recibió una paliza de un número indeterminado de personas que robaron cables de cobre.
La sección de Actividades Diversas de CCOO-Sevilla lamentó hoy la muerte del vigilante de seguridad de 32 años que permanecía hospitalizado en coma después de haber sido víctima de una paliza en Marchena mientras custodiaba una planta fotovoltaica, acusando además a la Subdelegación de no facilitar que, en servicios como el que prestaba este trabajador, los vigilantes de seguridad sean provistos de armas de fuego.
En un comunicado, la secretaria provincial de Actividades Diversas de CCOO, Mercedes Santoja, explicó que este vigilante ha permanecido en coma hasta el día de ayer "debido a la brutal paliza que recibió" a manos de los asaltantes de la planta fotovoltaica, quienes robaron cableado de cobre después de agredir gravemente a este trabajador que prestaba servicios para la empresa Seguridad Uniformada SL. "Se encontraba solo y con unos grilletes y una defensa como únicos elementos de protección", dijo.
Dado el caso, recordó que "la Ley establece que los gobiernos civiles podrán obligar a prestar servicio con armas, según la localización, la concentración de riesgo, la peligrosidad, la nocturnidad y el valor del objeto a proteger", lo que le llevó a considerar que "el emplazamiento donde el vigilante prestaba sus servicios recoge las características propias para que el trabajador fuera provisto de arma de fuego".
Por eso, Mercedes Santoja ha lamentado "la falta de responsabilidad por parte del subdelegado de Gobierno de Sevilla, Faustino Valdés, y ha recordado que la comisión mixta de coordinación provincial de la seguridad privada ha sido convocada "en una sola ocasión desde 2004". Así, exigió "un trabajo más seguido y exhaustivo para garantizar las condiciones de trabajo de los más de 5.000 vigilantes de seguridad de la provincia de Sevilla".
"La convocatoria de esta comisión se ha realizado desde 2004 una única vez y de manera informal a pesar de la insistencia de los sindicatos y aún siendo de magna importancia para el colectivo de vigilantes de seguridad la creación de grupos de trabajo para abordar la problemática del sector y plantear soluciones", dijo.
Además, recordó que "dicha comisión tampoco fue convocada por el subdelegado de Gobierno tras la muerte de otro trabajador de la seguridad privada en el Viso del Alcor en julio de 2008". Asimismo, y al hilo del último suceso, "desde el sindicato se estudiará si la subdelegación de Gobierno estudió el informe presentado por la empresa de seguridad sobre la adecuación al servicio a prestar en la planta fotovoltaica", señaló Mercedes Santoja.
Según añaden los compañeros este Vigilante de Seguridad murió este martes y ha agregado que este miércoles será enterrado en Camas (Sevilla), su localidad natal.El vigilante J.A.J.C., de 32 años, estaba trabajando de madrugada en la planta fotovoltaica de Marchena (Sevilla) cuando recibió una paliza de un número indeterminado de personas que robaron cables de cobre.
La sección de Actividades Diversas de CCOO-Sevilla lamentó hoy la muerte del vigilante de seguridad de 32 años que permanecía hospitalizado en coma después de haber sido víctima de una paliza en Marchena mientras custodiaba una planta fotovoltaica, acusando además a la Subdelegación de no facilitar que, en servicios como el que prestaba este trabajador, los vigilantes de seguridad sean provistos de armas de fuego.
En un comunicado, la secretaria provincial de Actividades Diversas de CCOO, Mercedes Santoja, explicó que este vigilante ha permanecido en coma hasta el día de ayer "debido a la brutal paliza que recibió" a manos de los asaltantes de la planta fotovoltaica, quienes robaron cableado de cobre después de agredir gravemente a este trabajador que prestaba servicios para la empresa Seguridad Uniformada SL. "Se encontraba solo y con unos grilletes y una defensa como únicos elementos de protección", dijo.
Dado el caso, recordó que "la Ley establece que los gobiernos civiles podrán obligar a prestar servicio con armas, según la localización, la concentración de riesgo, la peligrosidad, la nocturnidad y el valor del objeto a proteger", lo que le llevó a considerar que "el emplazamiento donde el vigilante prestaba sus servicios recoge las características propias para que el trabajador fuera provisto de arma de fuego".
Por eso, Mercedes Santoja ha lamentado "la falta de responsabilidad por parte del subdelegado de Gobierno de Sevilla, Faustino Valdés, y ha recordado que la comisión mixta de coordinación provincial de la seguridad privada ha sido convocada "en una sola ocasión desde 2004". Así, exigió "un trabajo más seguido y exhaustivo para garantizar las condiciones de trabajo de los más de 5.000 vigilantes de seguridad de la provincia de Sevilla".
"La convocatoria de esta comisión se ha realizado desde 2004 una única vez y de manera informal a pesar de la insistencia de los sindicatos y aún siendo de magna importancia para el colectivo de vigilantes de seguridad la creación de grupos de trabajo para abordar la problemática del sector y plantear soluciones", dijo.
Además, recordó que "dicha comisión tampoco fue convocada por el subdelegado de Gobierno tras la muerte de otro trabajador de la seguridad privada en el Viso del Alcor en julio de 2008". Asimismo, y al hilo del último suceso, "desde el sindicato se estudiará si la subdelegación de Gobierno estudió el informe presentado por la empresa de seguridad sobre la adecuación al servicio a prestar en la planta fotovoltaica", señaló Mercedes Santoja.
D.E.P.
