Con el rápido crecimiento del sector se han creado multitud de empresas
de seguridad que la única finalidad que persiguen es contratar
servicios a costa de lo que sea. No les importa para nada la calidad
del servicio, como lo están demostrando algunas de ellas, que prefieren
coger un servicio en precarias condiciones, sin analizar los riesgos
antes de decir que no, teniendo al personal en pésimas condiciones de trabajo.
Esto no es bueno para ellas ni para el propio sector que acaba
desacreditándose con el tiempo y, por supuesto, tampoco lo es para el
cliente cuya seguridad queda en entredicho y no es la más adecuada.
Juan Carlos García Serrano, Director de Seguridad por la Universidad Carlos III