Los escoltas que han venido realizando sus labores de protección durante
años en el País Vasco y Navarra han sido y son una pieza fundamental en
el engranaje que ha posibilitado la existencia del sistema de
libertades del que disfrutamos.
Como los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad
del Estado, los escoltas privados han sido indispensables para que las
libertades llegaran a las instituciones vascas y navarras.