El Economic Policy Institute de Washington, uno de los centros
de investigación económica más conocidos y prestigiosos de EEUU, publica
cada dos años un informe sobre la situación de la población trabajadora.
En su último informe, publicado hace sólo unas semanas, hay datos
económicos y sociales que cuestionan claramente los datos que
constantemente se utilizan en los centros que reproducen la sabiduría
convencional de España. Así, en el capítulo sobre horas anuales de
trabajo por trabajador, España (presentado frecuentemente como un país
de gran laxitud e indisciplina laboral) aparece como uno de los países
en los que los trabajadores trabajan más horas al año. Concretamente
1.654 horas, muy por encima del promedio de los países de la OCDE, 1.628
horas.
Otra sorpresa es el indicador que contradice otro elemento de la
sabiduría convencional que habla constantemente del escaso crecimiento
de la productividad como causa de la escasa recuperación económica
española. El informe señala que el crecimiento de la productividad en
España durante el periodo 2007-2009 fue el mayor (5,4%) de los países de
la OCDE, cuyo promedio fue de -1,1%. El de Estados Unidos fue menor que
el de España, un 4%, lo que contrasta con la mayoría de países de la
OCDE, que sufrieron un descenso de su productividad. España fue también
el país que destruyó más empleo, con una tasa negativa de producción de
empleo (-7,2%).
Otro dato interesante es el nivel de productividad, dato diferente al
del crecimiento de la productividad. De nuevo, las cifras contradicen
la visión promovida por conservadores y neoliberales que constantemente
se refieren a España como un país con muy baja productividad. El informe
señala que la productividad española está por encima no sólo de Grecia,
Portugal e Italia, sino también de Japón y Nueva Zelanda.
Es también interesante analizar los salarios. España tiene los más
bajos de la OCDE (junto con Grecia y Portugal). Su compensación salarial
por hora en la manufactura (cuyos trabajadores son los mejor pagados en
cualquier país) es sólo el 85% del de EEUU. La mayoría de los países de
la UE-15 están muy por encima de EEUU (Dinamarca 172%, Suecia 147%,
Noruega 197%, Alemania 153% o Austria 144%). Tales datos muestran que no
pueden justificarse los bajos salarios de España recurriendo al
argumento de una supuesta baja productividad. En realidad, España no
está a la cola de la productividad de la OCDE. Sí que está, en cambio, a
la cola de los salarios. En realidad, el nivel salarial responde más a
causas políticas que a causas económicas. Así, la variable que tiene un
gran poder determinante del nivel salarial (y también, por cierto, de la
actividad redistribuidora del Estado) es el poder sindical. A mayor
poder sindical, mayores salarios, menores desigualdades y mayor
productividad.
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