Síndrome de burn-out o síndrome de “estar quemado”
Se refiere a un estado de agotamiento emocional, físico y mental grave en el que la persona se derrumba a causa del cansancio psíquico o estrés que surge de la interacción social y ante una rutina laboral.
Acostumbra a presentarse en personas que por su profesión acostumbran a ocuparse de los demás, como por ejemplo enfermer@s, cuidador@s, maestr@s, vigilant@s, etc. Se produce una despersonalización, una reducción de su capacidad personal habitual, como si ya no estuvieran tratando con personas.
Esta situación se ha ido produciendo durante un largo periodo de tiempo, y finalmente la persona se encuentra en un estado de incapacidad para seguir trabajando.
¿Qué te ocurre?
Siente que ya no puede dar más de sí a los demás,
Se siente desbordado por las demandas emocionales de los otros,
Siente que sus recursos emocionales ya están agotados,
Se levanta ya agotado
Factores desencadenantes
A causa de los síntomas anteriormente citados se producen conflictos dentro de la familia, y dentro del trabajo, con disminución del rendimiento, de la motivación, llegando a ignorar a las otras personas y sus necesidades, comportándose de forma fría o indiferente.
Si estás afectado por este síndrome ¿Qué deberías hacer?
Es conveniente que entiendas que para atender a los demás debes estar en condiciones, y para ello debes cuidar de ti mismo, conocerte tu cuerpo y entender sus señales. Procura realizar un ritmo de trabajo que no sea excesivo, respetando las pausas de comida, descansos, etc.Cuando te sientas tenso, haz una pausa y procura hacer una pequeña relajación, para luego continuar.
Di “no” cuando te encomienden más tareas de las que puedes realizar.
Procura favorecer el trabajo en equipo e reforzar los aspectos positivos.
Establece fronteras entre tu trabajo y tu vida privada, cuida tu ambiente familiar, haz gimnasia, masajes, relajación.
Apóyate en tu red social: familia, amigos, compañeros...
Si ves que no consigues tú solo superar la situación y que desaparezcan los síntomas, acude a un profesional de la psicología que te ayude.
Dra. Elisa Urbano
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